viernes, 9 de octubre de 2009

Che Guevara a 42 años


Crecí viendo su imagen en la sala de la casa ya que mi hermano plasmó su famosa imagen en un cuadro al óleo. No había imagen de la familia, una religiosa, no, Solo la del Che.

Hoy, ya 42 años de su partida.Cada año una historia,una remembranza, canciones entonadas en su honor. Ha trascendido en la historia, para alegría de muchos y para sus detractores no. Ya tiene un lugar en ella.

Cuando escuché una entrevista que le hicieron recién el triunfo de la Revolución Cubana, llamó poderosamente mi atención que el no tenía planes de asentarse, buscando un puesto, una posición social, no buscaba tener propiedades. Un tipo muy especial.

La carta que dejó a sus hijos lo dice todo:

“Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. “

Desde mi punto de vista, dejó un legado el cual podríamos hacer el intento por seguir en lo que cabe, ya que encarnó la moral nueva de la que debe nutrirse quien aspire a luchar por un mundo mejor.

Hago incapié en su carta, donde dice que cada uno de nosotros solos no vale nada, pues como sociedad debemos estar unidos para poder contrarrestar los embates de los grupos que detentan el poder, para cualquier tipo de lucha. No necesariamente la armada.

Por su verticalidad, lo respetan sus seguidores y hasta sus más acérrimos enemigos.